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domingo, 9 de julio de 2017

JOSÉ VALERO ALARCÓN | Jubilado

"La médula de mi hermana me salvó la vida, y gracias a ella sigo en este mundo"

José Valero Alarcón en un conocido centro comercial de Elche/ M. J. Delgado.


José Valero Alarcón (Elche, 1960) nació dos veces en el mes de mayo, la primera en 1960 y la segunda en 1991. La primera lo trajo al mundo la Sra. María y la segunda, su hermana; a Pepe Valero le salvó la médula ósea de su hermana María Dolores el 24 de mayo de hace veintisiete años. A este trabajador del calzado jubilado le diagnosticaron una leucemia mieloide aguda cuando proyectaba crear una familia junto a Toñi, su esposa. Es socio-fundador de la Asociación para la Lucha contra la Leucemia de la Comunidad Valenciana (ASLEUVAL) y además de colaborar con esta asociación, participa en la campaña de sensibilización "Sin miedo, retratos y testimonios". 

¿Cómo surge la idea de crear ASLEUVAL?

Cuando estaba ingresado me animaba el soñar con proyectos, era lo que me daba fuerza, y tras comprobar el desamparo y desconocimiento en el que nos encontrábamos los pacientes de enfermedades oncohematológicas,  cuando me dieron el alta me puse en movimiento junto con Marisol Franco y otros pacientes, y con la ayuda del Dr. Guillermo Sanz creamos la Asociación para la Lucha contra la Leucemia de la Comunidad Valenciana.

Usted ingresa con 31 años para recibir la quimioterapia, ¿qué recuerda de ese tratamiento? 

Durante ese proceso tuve todo tipo de complicaciones: sequedad en los ojos, vómitos continuados,  descalcificación, neumonía, infección de orina, mucositis, no podía comer, perdí el sentido del olfato y del gusto, y también tuve problemas con el riñón, el hígado y pulmones, úlcera en el ojo derecho y como consecuencia, me tuvieron que realizar un trasplante de cornea, y a pesar de ello, perdí la vista de ese ojo. Durante los ingresos recuerdo que me encontraba tan mal que dormía mucho y solo podía escuchar música, prefería la clásica y la de Dire Straits.

Una vez terminado el tratamiento, recibe el trasplante de médula ósea de su hermana, ¿cómo es su vida a partir de esa segunda oportunidad?

La médula de mi hermana me salvó la vida, y gracias a ella sigo en este mundo, pero se me desarrolló la enfermedad del injerto contra huésped crónica (EICH) y eso me ha provocado tener ciertas limitaciones físicas que me impiden trabajar y llevar un ritmo como el resto de personas, pero me he adaptado, lo importante es estar vivo.

En esos momentos difíciles, ¿qué personas fueron decisivas para su curación?

Mi mujer, ella sufrió la enfermedad más que yo;  mi hermana María Dolores, gracias a su médula estoy aquí; también fue primordial el apoyo y cariño de toda mi familia, del Dr. Guillermo Sanz, de la Dra. Leonor Senet y de todo el personal sanitario.

¿Qué consejos le daría a una persona que en estos momentos está luchando contra un cáncer?

Que no esté pendiente de la enfermedad, que se busque una afición, y si encuentra algo positivo como un proyecto, actos o eventos, que se apunte, también que lea libros de autoayuda.

¿Cuál es el pensamiento que le acompaña después de haber superado la enfermedad?

Pienso que yo moriré de viejo.


La imagen y testimonio de José Valero se encuentran expuestos en los pasillos de hematología del Hospital La Fe y del Hospital Arnau de Vilanova en Valencia, y del Hospital General de Alicante.


María José Delgado
Julio de 2017


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